Jakob Ingebrigtsen se reivindica en el 5.000 con una exhibición histórica
El noruego aplasta los sueños de doblete de Johsua Cheptegei, que sólo pudo ser quinto
Jakob, que cinco días atrás había sufrido una sorprendente derrota en la final de 1,500 a manos del britanico Jake Wightman "un atleta inferior" en palabras de noruego, afrontaba el 5.000 con la idea de sumar su primer título mundial, pues en Doha sólo había podido ser quinto en esta prueba.
Se trataba además de confirmar su triunfo en el 1.500 de los Juegos de Tokio y, de paso, demostrar a los atletas africanos -o de origen africano como Mo Farah- que no son imbatibles en el fondo en pista.
Su gran rival, al menos a priori, era el plusmarquista mundial Johsua Cheptegei, que salió mandando los primeros 1.400 metros, momento en el que fue relevado por los kenianos Krop y Kipkorir
Ingebrigtsen mientras marchaba casi a cola de grupo sin enseñar la patita y bebiendo agua en el avituallamiento situado en la contrarrecta, en una carrera que fue perdiendo ritmo y ganando en incertidumbre conforme pasaban las vueltas.
El noruego, que no tiene entrenador desde que rompiera con su padre Gjert a principios de este año -cuanto tiene dudas consulta con sus hermanos Filip y Henrik- se puso en cabeza cuando aún restaba casi un kilómetro, acelerando el ritmo hasta una última vuelta y sobre todo unos 200 metros finales en los que parecía volar por el rojo tartán del Hayward Field.
Al final se impuso con un crono de 13:09.24, casi un segundo más rápido que el keniano Jacob Krop (13:09.98). El ugandés Oscar Chelimo cerró el podio con 13:10.20. Se quedaron fuera, además de Cheptegei, quinto, el etíope Muktar Edris, doble campeón defensor y que sólo pudo ser decimotercero; y el también etíope Selemon Barega, oro en los 10.000 de Tokio y plata en el 5.000 de Doha, que acabó duodécimo. Destacar el cuarto puesto del guatemalteco Luis Grijalva, que se quedó a 24 centésimas de la medalla.
39 años después
Ingebrigtsen es el primer hombre nacido en Europa que se impone en el 5.000 desde que el irlandés Eamonn Coghlan dominó la distancia en el Mundial inaugural de Helsinki 1983.
A sus 21 años, Jakob, que besó a su novia Elisabeth Asserson nada más cruzar la línea de meta, es campeón olímpico y mundial y puede erosionar hasta límites insospechados el dominio del África negra en el fondo mundial.
Pero primero llega Múnich, una competencia europea en la que tratará de sacarse la espina de su derrota en el 1.500 de Eugene. Dónde están sus límites, nadie lo sabe.
Por Tomas Campos
Fuente: marca.com
5,000 mts Varonil - Top 10
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