martes, 8 de octubre de 2019

Doha 2019 - 1,500 mts femenil - 5 de Octubre del 2019

Hassan vuela en el 1.500 y pone a Salazar en el centro de todas las miradas en Doha

Portentosa exhibición de la holandesa, con la sexta marca de la historia


Sifan Hassan se ha impuesto este sábado en la final de los 1.500 metros del Mundial de Doha con un tiempo de 3:51.95 -sexta marca de la historia tras Dibaba y las sospechosas chinas de los noventa (récord de Europa)- tras una exhibición tan descomunal que acrecienta las dudas sobre el origen de su portentoso rendimiento.

Hassan dominó la carrera desde el pistoletazo de salida y al sonido de la campana redobló su apuesta para entrar en meta con más de dos segundos de ventaja sobre la defensora del título, la keniana Faith Kipyegon (3:54.22), que pese a hacer récord nacional de su país se quedó a un mundo del oro. El bronce fue para la etíope Gudaf Tsegay (3:54.38).

La holandesa, que ha firmado la final más rápida de la historia de los mundiales por un margen de seis segundos, se ha convertido en la segunda mujer en doblar títulos en las pruebas de mediofondo y fondo en esta clase de campeonatos.



Hasta ahora, la única en lograrlo había sido la soviética Tatiana Samolenko, que ganó los 1.500 y los 3.000 metros de Roma 1987 -la segunda distancia sería sustituida por el 5.000 en Goteborg 1995-. Hassan en cambio lo ha hecho en dos pruebas tan diferentes como el 'milqui' y los 10.000 metros.

Es más, a tenor de sus marcas, la holandesa podría haber intentado un doblete tan rocambolesco como el 800 y el maratón, no en balde es capaz de completar las dos vueltas a la pista en 1:56.81 y la ganadora del oro en Doha, la ugandesa Halimah Nakaayi, corrió más de un segundo más lento en la final (1:58.04). Hassan aún no ha disputado un maratón en su vida pero desde el año pasado tiene el récord de Europa de medio maratón con 1:05.15, lo que la sitúa octava en la lista de todos los tiempos en esta prueba.

Así es la holandesa, la mujer maravilla del atletismo mundial. El problema es que su entrenador -o quizás habría que decir su ex- no es un cualquiera. Se trata de Alberto Salazar, el gurú del Nike Oregon Project, que esta misma semana recibió una sanción de cuatro años de la agencia antidopaje estadounidense (USADA) por traficar o intentar traficar con testosterona.



Hassan, holandesa de origen etíope -llegó a los Países Bajos en 2008 con 15 años con el estatus de refugiada-, se unió al grupo de trabajo de Salazar a finales de 2016, pocos meses después de acabar quinta en la final olímpica de los 1.500 metros de Río. "Estoy muy agradecida a Honoré -Hoedt, su anterior entrenador-, pero no siempre estaba centrado al cien por cien en mí. A veces tenía otros compromisos", argumentó entonces Hassan.


"Estamos entusiasmados, especialmente por ver cuánto puede mejorar Sifan. Creo que es el grupo de entrenamiento más profesional del mundo", dijo entonces su agente, Jos Hermens, consciente de que Salazar sacaría el máximo rendimiento al talento de la holandesa. El cómo lo ha logrado entra en el terreno de las especulaciones pero hay que ser un iluso para pensar que un entrenador que trafica con testosterona juega limpio a la hora de preparar a sus atletas. Luego, que cada cual piense lo que quiera.

Hassan se va de Doha como reina del Mundial -única atleta con dos oros individuales-, lo cual no es una buena noticia para la IAAF. El pasado sábado se impuso en los 10.000 metros con un crono de 30:17.62, marca mundial del año. La holandesa corrió los últimos 1.500 metros en 3:59.09, marca con la que hoy hubiera acabado novena. Era el segundo 10.000 de su vida...

Por Tomas Campos
Fuente; marca.com







No hay comentarios:

Publicar un comentario